Con los precios que poseía el grano de maíz ese día, el nuevo sistema disminuía las retenciones para el cultivo desde el 25% hasta el 24.2%. Pero, con la suba de los precios internacionales del maíz registrada en los últimos días, las retenciones alcanzaron un 34%, valor donde se ubican hoy.
El exceso de lluvias registrado en la zona maicera de los Estados Unidos está conduciendo a una disminución de su producción. Esta situación se ve reflejada en la suba de precios, demostrando que la producción agropecuaria es una actividad de altísimo riesgo.
Con el nuevo sistema de retenciones móviles, de los últimos 50 dólares de aumento que registró el precio del maíz en el mercado internacional, al Estado le corresponden U$S 38 y al productor U$S 12.
Sin embargo, de acuerdo a los discursos ofrecidos en estos días por distintos voceros del Gobierno Nacional uno de los objetivos principales de la aplicación de este nuevo sistema era aumentar el área sembrada con maíz y la competitividad de la cadena del maíz.
Dado el mayor nivel de inversión que requiere el maíz frente a otros cultivos y la falta de estímulos para el productor, esta situación de mayores precios internacionales, aunque parezca absurdo, puede significar una nueva caída del área sembrada.
El potencial de la cadena del maíz argentino solo podrá desarrollarse a partir de la coordinación de todos sus eslabones y del compromiso con una estrategia común que permita superar las barreras al desarrollo en el corto, mediano y largo plazo.
Ese futuro solo será posible si la producción de maíz crece a gran escala y aumentamos la transformación interna en productos de mayor valor. La construcción de una cadena de valor que sea competitiva en el tiempo requiere planificación y el desarrollo de estrategias y acciones coordinadas y consensuadas, entre nuestros gobernantes y los distintos actores del sector público y privado, que en forma efectiva conduzcan a que la Argentina aproveche la oportunidad que presenta hoy el cultivo de maíz.
MAIZAR
Asociación Maíz y Sorgo Argentino
El exceso de lluvias registrado en la zona maicera de los Estados Unidos está conduciendo a una disminución de su producción. Esta situación se ve reflejada en la suba de precios, demostrando que la producción agropecuaria es una actividad de altísimo riesgo.
Con el nuevo sistema de retenciones móviles, de los últimos 50 dólares de aumento que registró el precio del maíz en el mercado internacional, al Estado le corresponden U$S 38 y al productor U$S 12.
Sin embargo, de acuerdo a los discursos ofrecidos en estos días por distintos voceros del Gobierno Nacional uno de los objetivos principales de la aplicación de este nuevo sistema era aumentar el área sembrada con maíz y la competitividad de la cadena del maíz.
Dado el mayor nivel de inversión que requiere el maíz frente a otros cultivos y la falta de estímulos para el productor, esta situación de mayores precios internacionales, aunque parezca absurdo, puede significar una nueva caída del área sembrada.
El potencial de la cadena del maíz argentino solo podrá desarrollarse a partir de la coordinación de todos sus eslabones y del compromiso con una estrategia común que permita superar las barreras al desarrollo en el corto, mediano y largo plazo.
Ese futuro solo será posible si la producción de maíz crece a gran escala y aumentamos la transformación interna en productos de mayor valor. La construcción de una cadena de valor que sea competitiva en el tiempo requiere planificación y el desarrollo de estrategias y acciones coordinadas y consensuadas, entre nuestros gobernantes y los distintos actores del sector público y privado, que en forma efectiva conduzcan a que la Argentina aproveche la oportunidad que presenta hoy el cultivo de maíz.
MAIZAR
Asociación Maíz y Sorgo Argentino
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