Sin apuro pero con contundencia, la baja de costos promete mejorar la ecuación agrícola. Suben los precios de la oleaginosa por malos rindes, y apuntalan la tendencia.
A mediados del año pasado, los commodities agrícolas y los insumos tocaron un techo histórico de precios. Posteriormente, la crisis internacional desplomó rápidamente el valor de los primeros, pero la baja de los insumos recién impactará este año.
La campaña, que acaba de iniciarse con una tímida siembra de trigo (sólo se implantó el 30% del área sembrada a esta altura el año pasado) empieza a ver valores para los fertilizantes que se acomodaron forzosamente.
El fertilizante más usado por el agro, la urea, cayó 50% desde su pico de precios de 2008. Como contrapartida, los commodities, en especial la soja, tuvieron un repunte con tendencia sostenida desde principio de año. La oleaginosa registraba a fines de la semana pasada una suba acumulada de 30% desde principios de abril. Ambos movimientos están empujando una mejora en la ecuación agrícola para la campaña 2009/10.
Según estimaciones de Fertilizar, asociación que agrupa a empresas de peso en el sector, se necesitaría hoy la mitad de la soja que se requería en 2008 para pagar el costo de fertilizarla, por la relación entre el producto y el precio de la tonelada de la oleaginosa.
La cantidad de soja necesaria para comprarse un kilo de fertilizante pasó de 2,3 en 2008 a 1,3 este año. Si bien la soja recién está terminando de ser cosechada, es de esperar que el beneficio se note en los próximos meses, cuando los productores comiencen a anticipar compras para la siembra de fines de primavera.
El beneficio inmediato de la baja de los precios de los insumos sobre la agricultura será percibido por los productores trigueros. Junto con el maíz, este cereal consume el 65% del total de los fertilizantes que se venden por campaña agrícola, explicó el titular de Fertilizar y directivo de la firma Petrobras, Jorge Bassi.
Este año, se necesitará un 30% menos de trigo para comprar fertilizantes fosfatados. La relación pasó de 6 kilos de trigo por cada kilogramo de fertilizante en 2009 contra 4 este año. Según Bassi, la mejor proporción de precios motivaría a los productores a fertilizar el cereal porque, además, los rendimientos pueden incrementarse hasta 40% si se aplican nutrientes. Pese a todo, las ventas totales caerán por la menor superficie que se sembrará por la sequía. Según la última estimación de la Bolsa de Cereales (BC), la merma en la intención de siembra de trigo supera el 18%, respecto de la campaña pasada.
Si para la segunda parte del año no mejoran las lluvias, las cuentas de las empresas que producen fertilizantes estarán en problemas porque seguirán vendiendo poco, y con excedentes de stock –ya desde el año pasado–, es de esperar que no puedan aumentar los precios de venta.
En 2008, según datos de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa) y Fertilizar, el consumo de fertilizantes cayó 31% en volumen. Sin embargo, los buenos precios salvaron a las empresas. Petrobras, por caso, facturó 14% más que en 2007 debido a “una mejora del 58,6% en los precios medios de venta”, dijo la firma en su balance anual.
Igual que los productores, las empresas dependen del clima. Según Bassi, si la primavera trae más humedad, las ventas de fertilizantes en soja podrían igualar las de 2007, cuando el campo y el país veían otra película.
Fuente: El Cronista
A mediados del año pasado, los commodities agrícolas y los insumos tocaron un techo histórico de precios. Posteriormente, la crisis internacional desplomó rápidamente el valor de los primeros, pero la baja de los insumos recién impactará este año.
La campaña, que acaba de iniciarse con una tímida siembra de trigo (sólo se implantó el 30% del área sembrada a esta altura el año pasado) empieza a ver valores para los fertilizantes que se acomodaron forzosamente.
El fertilizante más usado por el agro, la urea, cayó 50% desde su pico de precios de 2008. Como contrapartida, los commodities, en especial la soja, tuvieron un repunte con tendencia sostenida desde principio de año. La oleaginosa registraba a fines de la semana pasada una suba acumulada de 30% desde principios de abril. Ambos movimientos están empujando una mejora en la ecuación agrícola para la campaña 2009/10.
Según estimaciones de Fertilizar, asociación que agrupa a empresas de peso en el sector, se necesitaría hoy la mitad de la soja que se requería en 2008 para pagar el costo de fertilizarla, por la relación entre el producto y el precio de la tonelada de la oleaginosa.
La cantidad de soja necesaria para comprarse un kilo de fertilizante pasó de 2,3 en 2008 a 1,3 este año. Si bien la soja recién está terminando de ser cosechada, es de esperar que el beneficio se note en los próximos meses, cuando los productores comiencen a anticipar compras para la siembra de fines de primavera.
El beneficio inmediato de la baja de los precios de los insumos sobre la agricultura será percibido por los productores trigueros. Junto con el maíz, este cereal consume el 65% del total de los fertilizantes que se venden por campaña agrícola, explicó el titular de Fertilizar y directivo de la firma Petrobras, Jorge Bassi.
Este año, se necesitará un 30% menos de trigo para comprar fertilizantes fosfatados. La relación pasó de 6 kilos de trigo por cada kilogramo de fertilizante en 2009 contra 4 este año. Según Bassi, la mejor proporción de precios motivaría a los productores a fertilizar el cereal porque, además, los rendimientos pueden incrementarse hasta 40% si se aplican nutrientes. Pese a todo, las ventas totales caerán por la menor superficie que se sembrará por la sequía. Según la última estimación de la Bolsa de Cereales (BC), la merma en la intención de siembra de trigo supera el 18%, respecto de la campaña pasada.
Si para la segunda parte del año no mejoran las lluvias, las cuentas de las empresas que producen fertilizantes estarán en problemas porque seguirán vendiendo poco, y con excedentes de stock –ya desde el año pasado–, es de esperar que no puedan aumentar los precios de venta.
En 2008, según datos de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa) y Fertilizar, el consumo de fertilizantes cayó 31% en volumen. Sin embargo, los buenos precios salvaron a las empresas. Petrobras, por caso, facturó 14% más que en 2007 debido a “una mejora del 58,6% en los precios medios de venta”, dijo la firma en su balance anual.
Igual que los productores, las empresas dependen del clima. Según Bassi, si la primavera trae más humedad, las ventas de fertilizantes en soja podrían igualar las de 2007, cuando el campo y el país veían otra película.
Fuente: El Cronista
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