jueves, 22 de octubre de 2009

Agrotendencias ‘09: maíz

“En general, todas las cadenas agroalimentarias usan maíz, pero pocos siembran. Parece que los que toman las decisiones de siembra están escindidos de las necesidades. Esperemos que la fuerza de los hechos corrija esta situación”, dijo Juan Gear, en representación de MAIZAR, como moderador del panel sobre maíz en Agrotendencias 2009.

En ese sentido, se lamentó que “mientras en Estados Unidos la relación entre el área sojera y la de maíz es de 1 a 1 y en Brasil de 1 a 1,40, en nuestro país es de 6,5 a 1”.

De esta manera, Gear dio pie a las exposición de Richard O’ Meara, representante del USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), quien repasó la relación que existe en los precios internacionales del trigo y el maíz, ya que el primero se utiliza en muchos países como grano forrajero.

También tuvo en cuenta cómo incide en los precios la producción de etanol, como biocombustible a base de maíz, como asimismo el impacto de la biotecnología.

En tanto, respecto del último acuerdo de precios con el Gobierno, Poullier opinó que “no es lo ideal pero ayuda antes que nada, es mejor que la situación de registros cerrados y por ahora el Ministerio de Agricultura lo está manejando bien”. Luego describió el modo en que baja nuestro país en el escalafón internacional de exportadores de maíz. “A mano de Brasil ya está tercero, a pesar de que Argentina debería exportar unas 20 tn de maíz”, señaló.

Desde una mirada internacional, O’ Meara reflejó que las importaciones de maíz no crecen mucho, sólo Medio Oriente es la región que tiene más movimiento. En ese escenario, Brasil se está expandiendo mucho por todas partes, un poco como respuesta a los problemas que ha tenido Argentina. Como sea, desde el punto de vista del maíz, ha crecido mucho el área maicera brasileña en los últimos años.

El especialista del USDA tuvo en cuenta que el gigante sudamericano exporta maíz transformado en producción animal, pero que también vende al exterior el grano, en un nivel que crece en importancia al punto de ser ya el segundo exportador mundial. Brasil se ha expandido mucho especialmente en los últimos 10 años.

En relación al área maicera de Estados Unidos, O’ Meara dijo que “entre los distintos cultivos, el rey seguirá siendo el maíz, pero también creció la soja en los últimos años. Sucedió que “los precios del cereal y de la oleaginosa se duplicaron en esta década. El gran perdedor ha sido el algodón”.

Explicó el disertante que los productores ganaderos están utilizando menos maíz para alimento animal, reemplazado por la harina de soja. Los stocks finales tienen que ver con esto. Sin embargo, el precio promedio ha bajado 17% este año. Por eso stock más bajos. Históricamente esto ocurre. Aunque también hay que tener en cuenta que la producción del etanol estimula precios altos, que impulsan la producción”.

En cuanto a las tendencias en rinde, O’ Meara destacó la “influencia de la biotecnología, que sigue siendo ascendente. Hay otras razones por cierto, pero esa pesa. Y en conjunto implican que el entorno o clima comercial sigue siendo imprevisible, todavía queda mucho para ver”.

Por otro lado, indicó que “la producción mundial de maíz, desde el punto de vista de Estados Unidos, se sigue manteniendo al ritmo del aumento de la producción de carne. Y debería continuar expandiéndose. También el uso para destilería crece progresivamente, en números que no son muy tenidos en cuenta pero aumentan”.

Qué pasa en la Argentina
Por su parte, Carlos Poullier, de Aacrea, indicó que “la relación stock-consumo de maíz en el mundo es hoy de 17 %, un nivel históricamente bajo. No ha crecido en tres años, lo cual es una noticia positiva”.

En cuanto al panorama local, reflejó la “caída de área de 45% en las dos últimas campañas. En la Zona Núcleo, donde se concentra la mayor cantidad de hectáreas, bajó 20%, pero en otras regiones la merma llegó hasta más del 50 %”.

En cuanto a la tendencia de los rindes de maíz, Poullier planteó dos escenarios, el más optimista, con un rinde promedio nacional de 7.500 kilos por hectárea, previendo una campaña de buenas lluvias. Eso representa una producción nacional de entre 13 y 14 millones de toneladas y un saldo exportable de entre 4 y 5 millones de toneladas. Esta menor oferta, salvo que haya rindes excepcionales, significa que
Argentina sigue perdiendo presencia internacional a pesar de que históricamente ocupó el segundo lugar.

Respecto de la estructura del consumo interno de maíz dijo que “el sector avícola es el que más creció y en los dos últimos años hubo una fuerte demanda del sector feedlotero

Se lamentó Poullier que esta “situación de mucha soja y poco maíz tiene un impacto sobre la cadena agropecuaria global que por ejemplo representa 570.000 fletes menos. Los resultados no son buenos, por este camino desaparece la cadena”.

Fuente: SAVIA Comunicación

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