La problemática de las malezas resistentes, más vigente que nunca.
REM es la primera Red de conocimiento en malezas
resistentes. Coordinada por Aapresid, suma a distintas instituciones
técnicas, a los principales expertos en el área y cuenta con el apoyo de
las principales empresas de tecnología fitosanitaria.
El programa actúa en 3 niveles: facilitando el alerta ante nuevos casos
de malezas sospechosas, a través de un sistema de toma de muestras,
análisis y determinación de su resistencia; difundiendo estrategias de
manejo superadoras y publicando la información actualizada en www.rem.org.ar
Entre sus objetivos, la REM busca comportarse como una red de alerta y detección temprana para el estudio de los casos sospechosos, con la posterior comprobación científica de la condición de resistencia. Luego, difundir la problemática orientada a lograr un manejo preventivo y coordinar acciones público-privadas para generar soluciones a las problemáticas de malezas, también son parte de la estrategia planteada.
Entre sus objetivos, la REM busca comportarse como una red de alerta y detección temprana para el estudio de los casos sospechosos, con la posterior comprobación científica de la condición de resistencia. Luego, difundir la problemática orientada a lograr un manejo preventivo y coordinar acciones público-privadas para generar soluciones a las problemáticas de malezas, también son parte de la estrategia planteada.
Y
es que se la necesidad está al orden del día entre los productores, la
oportunidad de acallarla es ahora.
En diálogo con Agroclave, Martín Marzetti -Gerente del Programa REM de
Aapresid- da algunas claves para entender el fenómeno.

Martin Marzetti, Gerente del Programa REM de Aapresid
Respecto de las resistencias: ¿Por qué el tema despierta tanto interés en este momento?
Porque el productor y el asesor, haciendo lo que venían haciendo siempre, encuentran problemas de control de malezas que antes no veían. Y al siguiente año la situación empeora y al siguiente, más aún. Buscando una solución, ven que tienen que aumentar los costos y aún así el problema no se resuelve totalmente. Es inédito.
La preocupación ¿tiene relación con el verdadero impacto?
El impacto de esta problemática es muy difícil de calcular, desde casi cero a 100%. Un ejemplo de esto último son los lotes que no se alquilan por tener gran cantidad de malezas resistentes. En otros casos, se alquilan a 1, 2, ó 3 quintales menos, por el costo que implica producir en un campo así.
Pensando en los productores locales, ¿cuáles son las malezas más importantes de las que deberían cuidarse?
Para quienes producen en la zona, es importante estar atentos a Rama negra (tolerante), Commelina (tolerante), Viola (tolerante), Sorgo de Alepo (resistente), Parietaria (tolerante), Chloris y Trichloris (ambas tolerantes). Si nos vamos a Córdoba, Gomphrena y Borreria (tolerantes).
¿Cómo afectaron las copiosas lluvias la campaña?
Las lluvias no permitieron hacer los tratamientos a tiempo. Éstos se hicieron tardíamente, con las malezas en estado avanzado (sobre todo Rama negra) e implicó muchas fallas de aplicación, sobrecostos y retrasos en la fecha de siembra del cultivo de soja, en los casos en los que decidieron aplicar nuevamente. También hubo lotes sembrados con Rama negra sin controlar, y posteriormente ya queda poco por hacerse.
¿Hay sospechas de resistencias para esta campaña que podamos adelantar? ¿Cómo prevenir su aparición?
Sí. Amaranthus (yuyo colorado) está presentando sospechas de resistencia a glifosato, es algo por comprobar, sobre todo en el sudoeste de Córdoba. También por estudiar, sorgo de Alepo con sospechas de resistencia a graminicidas. Y recientemente se comprobó la resistencia de Eleusine indica (pata de ganso) a glifosato, que ya e encuentra presente en varias zonas. La clave más lúcida de prevención la provee un manejo integrado, lo que incluye otras prácticas además del manejo químico y aún dentro de ésta, la rotación de modos de acción.
En tu opinión y experiencia, ¿los productores tienen una actitud preventiva o más bien reactiva?
Claramente reactiva. Pero no es su entera responsabilidad. Tener una actitud activa implica aumentar los costos hoy, a costa de lo que me voy a ahorrar en el largo plazo por no tener resistencia. Pero “el largo plazo” en la situación actual no es sencillo, los alquileres a corto plazo, la intervención de los mercados, entre otros, son parte importante de la causa.
La otra causa es que los productores esperan que aparezca un herbicida nuevo que solucione el problema, cosa que- lamento decir- no parece que vaya a suceder.
¿Cuál es la relación entre siembra directa y resistencias? Derribemos mitos...
Como dije, cuantas más prácticas de manejo integremos, menor será la probabilidad de aparición de resistencia.
La siembra directa quita una herramienta importante de manejo de malezas que es la labranza. Pero aún así, si se utilizan otras prácticas de manejo complementarias a las químicas y cuando se utilizan éstas se hace rotando herbicidas de diferentes modos de acción, la probabilidad de aparición de resistencias es baja.
Para complementar, la primera resistencia en Argentina aparece en 1996 cuando la siembra directa era incipiente. Por otro lado, en USA y Europa el problema de resistencia es serio y la siembra directa es poco adoptada.
¿Cómo podemos imaginar la solución a esta problemática, cuáles son las alternativas de manejo?
Desgraciadamente tenemos que concientizarnos que esta problemática llegó para quedarse. Lo que podemos hacer es tratar de retardar nuevas apariciones de resistencia y evitar que las existentes no se expandan tan rápido geográficamente. Por eso decíamos que el manejo preventivo es crucial. Esto incluye un monitoreo frecuente y de calidad, rotación de cultivos y de herbicidas, cultivos que compitan eficientemente con las malezas, cultivos de cobertura que hagan lo propio con las malezas en el período que no hay cultivos implantados. También es indispensable evitar la diseminación de semillas de malezas con cosechadoras y demás maquinarias. Otra posibilidad la ofrecen los cultivos biotecnológicos que permiten usar diferentes modos de acción dentro del cultivo, pero esto hay que tomarlo con el recaudo necesario para que no suceda lo mismo que con el glifosato, que se concibió como herramienta única, año tras año, en enormes superficies.
¿Qué está haciendo la REM en ese sentido?
Ofrece la posibilidad de denunciar una sospecha, evacuar las dudas científicamente y difundirlo rápido para evitar su expansión. También incorporamos la capacitación de técnicos y productores sobre la importancia del manejo preventivo, a lo largo y ancho de todo el país. En ese sentido, estamos en constante búsqueda de alternativas de manejo exitosas, para difundirlas rápidamente.
Como dije, cuantas más prácticas de manejo integremos, menor será la probabilidad de aparición de resistencia.
La siembra directa quita una herramienta importante de manejo de malezas que es la labranza. Pero aún así, si se utilizan otras prácticas de manejo complementarias a las químicas y cuando se utilizan éstas se hace rotando herbicidas de diferentes modos de acción, la probabilidad de aparición de resistencias es baja.
Para complementar, la primera resistencia en Argentina aparece en 1996 cuando la siembra directa era incipiente. Por otro lado, en USA y Europa el problema de resistencia es serio y la siembra directa es poco adoptada.
¿Cómo podemos imaginar la solución a esta problemática, cuáles son las alternativas de manejo?
Desgraciadamente tenemos que concientizarnos que esta problemática llegó para quedarse. Lo que podemos hacer es tratar de retardar nuevas apariciones de resistencia y evitar que las existentes no se expandan tan rápido geográficamente. Por eso decíamos que el manejo preventivo es crucial. Esto incluye un monitoreo frecuente y de calidad, rotación de cultivos y de herbicidas, cultivos que compitan eficientemente con las malezas, cultivos de cobertura que hagan lo propio con las malezas en el período que no hay cultivos implantados. También es indispensable evitar la diseminación de semillas de malezas con cosechadoras y demás maquinarias. Otra posibilidad la ofrecen los cultivos biotecnológicos que permiten usar diferentes modos de acción dentro del cultivo, pero esto hay que tomarlo con el recaudo necesario para que no suceda lo mismo que con el glifosato, que se concibió como herramienta única, año tras año, en enormes superficies.
¿Qué está haciendo la REM en ese sentido?
Ofrece la posibilidad de denunciar una sospecha, evacuar las dudas científicamente y difundirlo rápido para evitar su expansión. También incorporamos la capacitación de técnicos y productores sobre la importancia del manejo preventivo, a lo largo y ancho de todo el país. En ese sentido, estamos en constante búsqueda de alternativas de manejo exitosas, para difundirlas rápidamente.
Fuente: Agroclave