La atención se centra en un aliado silencioso de la
humanidad y las amenazas a las que se enfrenta. Unos suelos sanos son de vital importancia para la
producción mundial de alimentos y aportan un amplio abanico de servicios
medioambientales
Los suelos son de enorme
importancia para la producción mundial de alimentos, pero no prestamos la
suficiente atención a este "aliado silencioso", advirtió el Director
General de la FAO, José Graziano da Silva, en vísperas del Día Mundial del
Suelo, que se celebra el 5 de diciembre.
Los suelos sanos no solo constituyen la base para los
alimentos, combustibles, fibras y productos médicos, sino que también son
esenciales para nuestros ecosistemas, desempañando un papel fundamental en el
ciclo del carbono, almacenando y filtrando el agua, y mejorando la resiliencia
ante inundaciones y sequías, explicó
Graziano da Silva.
Las Naciones Unidas han declarado 2015 como Año
Internacional de los Suelos. La iniciativa dará comienzo mañana con eventos en
Roma, Nueva York y Santiago de Chile, en un esfuerzo por concienciar y promover
un uso más sostenible de este recurso crítico.
"Hoy en día, más de 805 millones de personas padecen
hambre y malnutrición. El crecimiento demográfico requerirá aumentar la
producción alimentaria en aproximadamente un 60 por ciento. Dado que una gran
parte de nuestros alimentos depende de los suelos, es fácil comprender lo
importante que resulta mantenerlos sanos y productivos", afirmó Graziano
da Silva, añadiendo que: "por desgracia, un tercio de nuestros recursos
mundiales de suelos se está degradando y la presión humana sobre ellos está
alcanzando niveles críticos, reduciendo, y en ocasiones eliminando, las funciones
esenciales del suelo".
"Les invito a todos a desempeñar un papel activo en la
promoción de la causa de los suelos durante 2015, ya que es un año importante
para allanar el camino hacia un verdadero desarrollo sostenible para todos y
por parte de todos", añadió
Los suelos: un recurso clave amenazado
La FAO estima que un tercio de todos los suelos se degradan,
debido a la erosión, compactación, obturación, salinización, agotamiento de la
materia orgánica y los nutrientes, acidificación, contaminación y otros
procesos causados por prácticas insostenibles de gestión del suelo.
A no ser que se adopten nuevos enfoques, la superficie
mundial de tierra cultivable y productiva por persona equivaldrá en 2050 a solo
una cuarta parte del nivel de 1960. Más información.
Un centímetro de suelo puede tardar hasta 1000 años en
formarse, y con un 33% de todos los recursos mundiales de suelos
degradados y la creciente presión humana, se están alcanzando unos niveles
críticos que hacen que su correcta gestión sea un asunto urgente, advirtió
Graziano da Silva.
Tras describir a los suelos como un "recurso casi
olvidado", hizo un llamamiento para aumentar la inversión en su gestión
sostenible, asegurando que resultaría más económico que su restauración y
"se necesita para lograr la seguridad alimentaria y la nutrición, la
adaptación y la mitigación del cambio climático y el desarrollo sostenible en
general".
Al menos una cuarta parte de la biodiversidad mundial habita
bajo tierra, donde, por ejemplo, la lombriz de tierra es un gigante al lado de
pequeños organismos como bacterias y hongos. Estos organismos -incluidas las
raíces de las plantas- actúan como los agentes principales que impulsan el
reciclaje de nutrientes y ayudan a las plantas mejorando la ingesta de estos,
contribuyendo a su vez a la biodiversidad por encima del nivel del suelo.
Una mejor gestión puede asegurar que estos organismos -que
habitualmente pasan inadvertidos- aumenten la capacidad del suelo para absorber
carbono y mitigar la desertificación, de forma que incluso pueda capturarse más
carbono, ayudando a compensar las emisiones de gases de efecto invernadero
procedentes de la agricultura.
Cartografiar la tierra
La FAO ha implementado más de 120 proyectos relacionados con
el suelo en todo el mundo y ha elaborado junto a la UNESCO el Mapa Mundial de
Suelos. Entre las prioridades más urgentes están la actualización,
normalización y accesibilidad al conocimiento mundial de los tipos y
distribución del suelo.
Actualmente, los datos sobre los suelos suelen ser
obsoletos, de alcance limitado y están fragmentados. Una de las prioridades de
la FAO consiste en establecer un sistema mundial de información sobre los
suelos que, proporcionando datos e información fiables, podría ayudar en la
toma de decisiones relacionadas con la gestión de suelos.
La FAO ha puesto en marcha una serie de iniciativas,
incluyendo el lanzamiento de la Alianza Mundial por el Suelo, que ha
constituido el Fondo para suelos sanos como su brazo operativo.
Fuente: fao.org