jueves, 8 de enero de 2015

La cosechadora y las malezas: “el caballo de Troya”

Es importante evitar la dispersión de semillas de malezas que, ocultas en las máquinas, recorren largas distancias para invadir nuevos lotes. ¿Cómo limpiar adecuadamente las cosechadoras?

Las malezas resistentes tienen su origen en una conjunción de factores concurrentes: la visión simplista acerca de la siembra directa, que pretende implementarse en sistemas donde las rotaciones escasas o nulas, donde el glifosato es el “mono producto” o donde se utilizan distintos herbicidas con el mismo modo de acción.

No caben dudas de que esta problemática ya está instalada en nuestro país, y que ganar esta batalla dependerá de nuestro esfuerzo por comenzar a manejar el sistema de forma diferente, a través de programas de manejo adecuados que integren acciones complementarias. Entre estas acciones, el control preventivo es fundamental y como parte del mismo, la adecuada limpieza de la cosechadora es sin dudas un factor relevante.

Esta nota pretende entonces, esbozar algunos consejos prácticos a implementar al momento de realizar la limpieza de las máquinas cosechadoras, con el objetivo de eliminar el 100% de las semillas de malezas resistentes que pudieran haber permanecido y fructificado en un determinado lote cosechado y que por tanto son focos probables de contaminación de nuevas áreas.

1) Al finalizar la tarea de cosecha de un lote de producción, el personal a cargo debe proceder a la limpieza general de la máquina cosechadora, la cual debe realizarse fuera del lote productivo, en algún sitio donde estas semillas no puedan germinar y generar un problema. El lugar más adecuado es el patio de una casa de campo, donde luego se puedan juntar y destruir los simientes de malezas.

Cosechadoras y malezas

2) El proceso de limpieza utilizando una sopladora debe asegurar que el flujo de aire de la misma llegue a todos los órganos de la máquina.

Entre los puntos más críticos se encuentran: a- saca-pajas, zaranda y zarandón (en máquinas convencionales) – teniendo en cuenta que es en el material no grano (paja y granza) que ingresa a la máquina donde hay mayores probabilidades de encontrar semillas de malezas; b- noria y sin fin de granos de retorno y de grano limpio, los cuales deben destaparse y limpiarse cuidadosamente y c- cabezal y embocador.

Cosechadoras y malezas 2

3) Una vez finalizado este proceso de limpieza con aire a presión (sopladora) debe ponerse en funcionamiento la cosechadora en vacío, con el cabezal embragado y a las “revoluciones de régimen”, de manera que las fuerzas de vibración que se produzcan ayuden a expulsar material que haya sido removido por el soplador. En esta operación el variador del ventilador o turbina de la cosechadora debe operarse al máximo de su capacidad.

4) Luego, se debe hacer fluir por todos los órganos internos de la cosechadora material seco con mucha hoja, que ayude a barrer posibles semillas de malezas. Durante este proceso, debe procurarse que el cabezal y el molinete estén embragados, que este último se disponga  a una altura mínima (lo más cerca posible de la barra de corte, sin dañar los dientes) con un régimen de vueltas elevado y que las tapas de los sinfines y norias permanezcan cerradas.

Cosechadoras y malezas 3

En cuanto al material verde a procesar, los fardos de alfalfa desmenuzados son una excelente alternativa, los cuales deben colocarse desde ambos extremos del cabezal y en forma continua, teniendo especial cuidado en la ubicación del operario en la parte posterior del cabezal y en el uso de horquillas para introducir el material.

Otros materiales que pueden utilizarse son la paja de trigo y los rollos de alfalfa, corroborando en este caso que los mismos provengan de lotes limpios.

La cantidad de fardos a procesar, dependerá de la potencia de la máquina, siendo recomendable el empleo de 1, 2 o 3 fardos según la potencia sea de 200-300, 300-350 o 350-450 HP, respectivamente.

Por la parte posterior de la máquina saldrá el fardo procesado, mientras que los sinfines y norias cerrados aseguraran que las hojas que barren con las semillas adheridas se depositen en la tolva de grano, que también deberá ser accionada para la limpieza.

5) Una vez finalizado este proceso se debe repetir la limpieza con sopladora de aire (dejando las norias y sinfines abiertos) para descartar todas aquellas semillas y paja que pudieran no haber sido expulsadas con el barrido del fardo.

6) Se debe prestar mucha atención a la limpieza del carro tolva que acompaña a la cosechadora, el cual también puede estar infectado.

7) A la hora de ingresar a trabajar a un lote destinado a semilla, se debe tomar la precaución de descartar los granos de la primer media tolva que se coseche, asegurando de esta forma que no se contaminen las semillas con simientes de malezas ingresados a la máquinas en lotes anteriores. Luego del descarte se debe sopletear la tolva auto-descargable e introducir medio fardo de alfalfa desmenuzado para limpiar las ciegas de los sinfines y cualquier otra parte difícil.

Autores: Ing. Agr. M. Sc. Luis E. Lanfranconi (INTA Río Primero); Ing. Agr. M. Sc. Mario Bragachini, Ing. Agr. José Peiretti e Ing. Agr. Federico Sánchez (INTA Manfredi Proyecto PRECOP Cosecha).

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