miércoles, 25 de abril de 2012

El arroz, el más profesionalizado


Desde el 23 y hasta el 27 de abril, la Estación Experimental del INTA Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, es sede del primer encuentro Admite del año. Especialistas, productores y hombres de la industria de la maquinaria comparten conocimientos con el objetivo de resolver las grandes dificultades que implica el cultivo.

El entrenamiento en maquinaria agrícola Admite Arroz ya está en marcha. Organizado por Ferias y Exposiciones Argentinas S.A., con el apoyo de la Fundación Proarroz, se trata de una experiencia de capacitación única, a campo y de alto nivel, porque como dicen por ahí: “quien siembra arroz, le puede hacer frente a cualquier otro cultivo”.

El primer paso, y uno de los más trascendentales del entrenamiento Admite Arroz tiene que ver con las labores y la siembra. Allí hay dos grandes protagonistas: la sembradora y las taipas. “La taipa hace a la buena siembra”, insistió Ramón Hidalgo, a cargo del módulo de siembra, donde la Siembra Directa es la que marca tendencia.

Del total país, un 75 % de la superficie se hace con una siembra con laboreo anticipado, un 15 % con Siembra Directa pura y el resto en forma totalmente convencional. La Siembra Directa tiene mayor o menor penetración de acuerdo a cada ambiente. Se hace mucho en Corrientes, y disminuye en Entre Ríos.

El pasaje de las cosechadoras sobre las taipas genera un diferencial de altura y deja huellas, para corregirlas hay que hacer un retoque de taipas. Para estas labores se usa un arado taipero y una niveladora, en esto radica la labranza anticipada. Pero existe la tecnología para hacer Siembra Directa, sólo hace falta capacitación para poder utilizarla.

Lo cierto es que entre una forma de laboreo y otra, la diferencia de rendimiento tiene que ver con el manejo. “En siembra directa, los máximos rindes promedio son de 8000 kg/ha, que también se obtienen en sistemas convencionales. En lo que sí aparecen diferencias entre la Directa y los sistemas convencionales de siembra es en los costos, por un menor uso de HP y combustible por hectárea, y un mejor manejo de los recursos. Un mal rendimiento, en el caso de bajas aplicaciones tecnológicas, ronda los 5000 kg/ha”, detalló Hidalgo.

Las tendencias
El stand de plantas es uno de los aspectos vitales para el cultivo. ¿Cómo lograrlo? Para Hidalgo, lo cierto es que la sembradora de arroz todavía tiene algunas deficiencias. De ella se espera que dosifique, conduzca, abra el surco, limite la profundidad de siembra, deposite la semilla, contacte y cierre el surco. Pero la principal dificultad está en transitar las taipas. Las sembradoras, al igual que las demás maquinarias que se enfrentan al arroz y a diferencia de lo que ocurre con los demás cultivos, deben lidiar con lotes desnivelados, suelos vertisoles, con alto contenido de arcilla.

Cómo acercar la maquinaria a la realidad que imponen las taipas es el gran desafío. En el Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar se trabaja en ubicar los dosificadores más abajo, sin que choquen con las taipas. Según Hidalgo, sobre la deposición de la semilla, no hay demasiados inconvenientes si se hace a chorrillo.

“En algunos casos, en Corrientes, al tener más taipas, las ruedas patinan más, y esto tiene como consecuencia tirar más semilla. Sin embargo, la tendencia es a bajar la densidad de siembra. Para lograrlo, es necesario hablar de una siembra monograno. Hay pruebas con dosificadores por soplado, pero a las empresas les recordamos que el arroz es muy abrasivo, y si el dosificador es de plástico, se come todo. Hace falta usar materiales que resistan”, expresó Hidalgo.

En la Argentina, la densidad de siembra buscada es de 40 kg/ha. En Estados Unidos, sin embargo, se trabaja con 25 kg/ha. “La siembra neumática comienza a verse con buena cara –aclaró Hidalgo - se obtienen algunas soluciones y algunos problemas”. El problema vuelve a ser el desnivel del suelo, “que muchas veces no está bien preparado”. Si el sistema neumático es por succión, requiere que la sembradora no se mueva. Para arroz se usan sembradoras pequeñas, de 21 cuerpos aproximadamente, y desde hace algún tiempo también se trabaja con geoposicionamiento. 

“Sembrar y fertilizar con una sembradora genera algunos problemas marcados”, dijo Hidalgo. Según el especialista, en arroz se está viendo que la fertilización de base, entre 15 y 20 días previos a la siembra, haciéndola al voleo con fertilizadoras centrífugas no tiene diferencias de rendimiento si se compara con usar la sembradora. “Esto pasa por el manejo y es una tendencia. En Estados Unidos se está haciendo de esta manera. Quitarle la tarea de fertilizar es importante para la sembradora porque aumenta su capacidad operativa, ya que la tolva se usa exclusivamente para la semilla”, aclaró el docente a cargo del módulo de siembra.

Entre las premisas de calidad en siembra de arroz se destaca posicionar la semilla en el fondo del surco. También es fundamental la uniformidad, para lo que se vuelve necesario tener en cuenta la calidad del rastrojo. La tendencia es a disminuir la distancia entre líneas y bajar la densidad de semillas por hectárea. Se busca trabajar a 17.5 cms entre hileras. En Brasil, hay prototipos de siembra a 15 cms. Esta tendencia responde, en buena medida, al avance genético y la mejor respuesta de las semillas.

Quién se adapta, el debate
En Admite se unen capacitadores con vasta experiencia en el cultivo de arroz, productores y técnicos de las zonas arroceras y representantes de las empresas de maquinaria agrícola. 

Entre ellos están los especialistas de la firma de sembradoras Agrometal, quienes reconocieron que en el arroz hay problemas mecánicos. “Como empresa fabricante no solo estamos acá para hacer mejores sembradoras sino también porque necesitamos resolver problemas que ocasiona el uso”, sostuvieron. “Se venden 800 máquinas por año, 60 se destinan al cultivo de arroz”, anunciaron.

A la hora de la siembra se sabe que las limitaciones son las taipas, el problema es copiarlas manteniendo la eficiencia.  “En un suelo vertisol, sobre casi 1000 hectáreas de arroz, tuvimos problemas en cerrar el surco por el rastrojo”, expresó uno de los asistentes al entrenamiento.

En este sentido, desde Agrometal adelantaron que para sus sembradoras de directa, la firma trabaja con amortiguadores especiales, de la mano de una empresa que los fabrica para automóviles de carrera. Al mismo tiempo, comentaron una experiencia desarrollada en Entre Ríos donde al sembrar soja en terrazas, se resolvió adaptar la terraza a la sembradora.

“Muchas veces se escucha que habría que pensar el acomodamiento agronómico a lo que pudiera expresar la sembradora, sin embargo, si se tiene en cuenta la tendencia genética pareciera que deberá ser la maquinaria la que se adapte”, expresó Hidalgo.

Fuente: SAVIA Comunicación

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