El sorgo quiere volver a ser el cultivo importante que fue. Es una opción cuando se complica hacer maíz, en las zonas más aptas, y es firme candidato en aquellos ambientes riesgosos cuando la seca complica y aprieta. Sus ventajas son conocidas y no se discuten, sin embargo cuesta que se produzca sorgo y que no sea siempre la alternativa.
Por Ines Umaran
Por Ines Umaran
Tener el conocimiento académico es importe. También lo es conocer las experiencias de productores que, al compartirlas, trasmiten muchos conocimientos, bajando a tierra los conceptos teóricos.
Rubén Barbieri, es asesor y productor de sorgo y en el Ciclo de Charlas on line "Hablemos de sorgo" organizadas por Advanta Semillas, a través de Canal Agrositio, contó su experiencia de 3-4 años con el cultivo, en Gral. Villegas y Tres Arroyos. Dos ambientes bien distintos, que es necesario conocer para poder hacer un manejo diferencial y donde queda demostrado que el sorgo es noble y se adapta a diferentes situaciones de suelo y clima.
En Argentina, en 2008/09 se sembraban 500.000 has y hoy son 1.200.000 has. El incremento ha sido importante. Mucho tuvo que ver el desplazamiento de la agricultura hacia zonas menos aptas, donde el maíz no entra en la rotación, y su destino para consumo animal (principal destino en nuestro país). A nivel mundial el 40% es para consumo humano (es apto para los celiacos, al carecer de prolamina en el gluten).
Su latencia, que le permite detener su crecimiento frente a stress ambiental (hídrico por ejemplo), la producción de grano con menor cantidad de agua que otros cultivos de gruesa, su sistema radicular explorador -entre los 40 y 50 cm tiene actividad física, muy importante para la fertilidad del suelo-, el aporte de una importante biomasa como rastrojo, lo convierte en una alternativa muy interesante para incluir en la rotación.
“Nos ha llevado al sorgo, más que nada su precio -dijo con sinceridad Barbieri- pero enganchado con el fin de hacer sustentable nuestra agricultura, para poner en actividad suelos que teníamos en vías de degradación y hacerlos sustentables”. Ve al sorgo como un eslabón importante para seguir produciendo en esos lotes a través del tiempo.
Lo adoptaron en las dos zonas, explica Barbieri; en Villegas, las napas altas degradan los suelos, rompen su estructura y ahí entró muy bien el sorgo. En el sur, era todo trigo/soja o girasol en suelos poco profundos (40-60 cm), la rotación era muy escasa y el sorgo les está dando buenos resultados, si bien están más ajustados con el ciclo.
Se cortan los ciclos de plagas, malezas y enfermedades y mejora mucho la infiltración del suelo. “Un sorgo de 5-6 mil kg deja unos 12-13 mil kg de MS en el suelo; un trigo de 3000 kg deja 4000 kg de MS”, aportó el técnico quien agregó que “el rastrojo del sorgo es como una frazada que se le pone al lote”. Puro volumen.
Pero esa cobertura tan preciada tiene una relación C/N muy alta que provoca una inmovilización muy grande de nitrógeno por parte de los microorganismos que degradan el rastrojo. "Esto condiciona el cultivo siguiente; ni trigo ni avena ni cebada sobre sorgo porque necesitaríamos una cantidad muy grande de N para un rinde satisfactorio. Es soja o girasol. Para la soja esa inmovilización ayudaría a la FBN y eso es bueno”.
Para tener en cuenta
Un aspecto importante que destacó Barbieri durante su charla es la elección del hibrido, para lo cual lo primero y más importante es el ciclo. “En nuestro caso, para el oeste, Advanta -firma que nos convoca- tiene un portfolio grande. En el sur estamos limitados y condicionados por el período libre de heladas -aproximadamente 150 días desde la primer semana de Noviembre a la primer semana de Abril- ahí tiene que entrar el sorgo. Si le sumamos la posibilidad de latencia, los sorgos de ciclo corto de 130 se hacen 140 días y estamos muy justos, al límite”.
Otra consideración importante que el especialista compartió es la profundidad de siembra, teniendo en cuenta que el sorgo tiene una semilla muy pequeña (las 1000 pesan 35 gr). La óptima es de 4-5 cm, para tener nacimientos uniformes. “A 2 cm aún con buena humedad, dependiendo de la cobertura, es muy poca la superficie de suelo que tenemos como para que no se pierdan por un calor intenso (cultivos sembrados en Noviembre) y tengamos nacimientos desparejos”.
En relación a la siembra, Barbieri mencionó que siembra a 52 cm, con placa, ya que da una mejor uniformidad, dejando los distanciamientos a 35 cm para el sorgo de segunda.
Muchos son los que creen que los requerimientos nutritivos del sorgo son bajos y esto no es así. Son muy similares, por ejemplo, a los del trigo y tiene la capacidad de responder muy bien a la fertilización. “Un sorgo de 8000 kg necesita 200 kg de N, es muchísimo”, explicó Barbieri.
Testean los suelos para nitrógeno (N) y fósforo (P) y están llevando los lotes a 16 ppm de P y 130-140 kg de N (suelo + fertilizante). Respecto al N, tiene que estar disponible a partir de la quinta hoja, el consumo de N es muy alto desde allí y hasta panojamiento, toma el 70%. A no dormirse y ponerlo lo antes posible, es la recomendación.
El control de malezas es otro eslabón importante en la cadena de cuidados para que el sorgo exprese todo su potencial. “Hasta el mes, el sorgo necesita estar limpio, luego avanza mucho y cierra muy fácil; hasta sembrado a 52 cm. Manejamos barbechos con residuales (atrazina) y evitamos el metsulfuron, por la fitotoxicidad. Como postemergente, atrazina, acetoclor y round up full. El control de hoja ancha en posteemergencia es fácil (2,4 D, bambel, dicloran) en gramíneas se complica”.
Que la semilla venga curada con Concept (antídoto de herbicida) protege al sorgo y permite usar el acetoclor como preemergente, reforzando el control de gramíneas. “Recomendamos comprar semilla curada porque no es lo mismo el curado que hacemos nosotros en el galpón”.
Hay plagas y una muy importante es la mosquita del sorgo. Tiene varias generaciones y un ciclo corto de vida, son 16-19 días donde pone entre 50 y 100 huevos. Come el grano y lo deja vacío. Su control es sencillo con piretroides, el tema es monitorearla. En cuanto a los umbrales, Barbieri mencionó 1 mosquita/panoja. Luego está el barrenador, pulgón verde de los cereales, trips, bicho torito (en el suelo).
Pasando a las enfermedades, Ergot –producida por el hongo Faselia soli- es típica del sur, dándose con temperaturas frescas, las que hay que esquivar en floración. “Al abrir la flor, para que se produzca la fecundación, en vez de entrar el polen entra el hongo, lo coloniza y produce una miel llena de esporas que se disemina muy fácil, por viento, lluvia o pájaros. La panoja del sorgo queda blanca”. Y cuando se ve en el campo uno se lleva un susto grande.
Una cosecha complicada
En este punto Barbieri hizo especial hincapié. La cosecha del sorgo se da en condiciones climáticas complicadas, no antes del 15 de Mayo y no es fácil bajarle la humedad por más que tenga una inserción alta y haya viento. “El sorgo llega a madurez fisiológica con 25-30% de humedad, hay quienes secan”.
Con 14% de humedad puede almacenarse de 16 a 18 meses; con 16% el plazo es de 8 a 9 meses y con más de 16%, se aconseja no más de 6 meses de almacenamiento.
Siempre que se habla de sorgo, los taninos estarán presentes con la conocida duda si taninos sí o no. El sorgo con tanino es una salvación para el tema de pájaros, pero comercialmente son una traba. Por encima del 5% de contenido de taninos se sale del estándar y hay castigo. “Los materiales con tanino, tienen entre 1,4-1,5% y los que no los tienen, 0,4-0,5%. Son decisiones que hay que evaluar. En el caso de Barbieri, usan materiales con tanino.
El sorgo es un eslabón importantísimo para que los suelos puedan seguir produciendo agricultura porque ayuda a mantener y mejorar el sistema productivo. No quedan dudas.