jueves, 24 de abril de 2008

El turno del arroz

WASHINGTON y BRASILIA.- El repunte mundial en los precios de los alimentos, que provocó revueltas en distintos países del mundo, se trasladó hoy a EE.UU. y Brasil. En el país dirigido por George W. Bush cadenas como Wal-Mart y Costco, grandes minoristas, impusieron límites en la venta de algunos productos como el arroz.
En tanto, el Brasil, que suspendió las disponibilidades de arroz, está estudiando gravar las exportaciones. En el caso de Wal-Mart, la medida afecta por el momento sólo a los centros Sam´s Club, de venta en grandes cantidades y de los que es necesario ser socio, al igual que ocurre con Costco. Wal-Mart señaló en un comunicado divulgado ayer del que se hace hoy eco la prensa local que tiene "arroz suficiente" para los miembros de Sam´s Club, pero puntualizó que había decidido limitar la venta de arroz como una medida "preventiva". A partir de ahora, los clientes de esos centros no podrán comprar más de cuatro bolsas de nueve kilos de arroz blanco importado en cada visita.
En tanto, Costco anunció esta semana que la demanda de harina, arroz y algunos aceites se disparó y apuntó que en algunas de las tiendas de la cadena las ventas de arroz se limitaron a dos bolsas por día. La compañía asegura que por el momento no planea imponer la restricción a nivel nacional. EE.UU. hace frente a la peor inflación alimentaria desde 1990, según recuerda en su edición de hoy el diario Los Angeles Times, que apunta que los precios de los alimentos aumentan a un ritmo anual del 5 por ciento. Según el matutino californiano, los restaurantes y pequeños minoristas son los que protagonizaron la mayoría de las compras en masa ante la expectativa de que los precios sigan subiendo.
Trabas en Brasil. Por otro lado, el gobierno brasileño estudia la posibilidad de crear impuestos sobre la exportación de ciertos alimentos para enfrentar la suba en los precios de varios productos básicos, que influye a su vez en la inflación en el país.
El gobierno ya suspendió las exportaciones de sus disponibilidades de arroz, que suman alrededor de 1,6 millones de toneladas, confirmó el ministro de Agricultura, Reinhold Stephanes, quien convocó a los productores de arroz para intentar convencerlos de que restrinjan sus ventas externas. Si los productores se niegan a adoptar restricciones voluntarias, advirtió el ministro, el gobierno podría crear trabas arancelarias para las exportaciones del producto, cuyo precio en el mercado interno acumuló un aumento de 20% en el año. Según Stephanes, las medidas restrictivas son, en principio, temporales: "El tema del arroz es un fenómeno nuevo. Vamos a seguir el movimiento de los mayores productores mundiales.
Con el precio favorable, es posible que haya un aumento en la producción y que la situación de abastecimiento sea sanada hasta el próximo año". Además del arroz, el gobierno Lula monitorea el mercado de maíz, y no descarta la adopción de medidas para frenar las exportaciones de ese producto, consigna un despacho de la agencia de noticias DPA.
Las restricciones en estudio por el gobierno generaron una reacción negativa por parte de los productores, en especial de la poderosa Confederación Nacional de Agricultura (CNA). "La CNA está totalmente en contra de cualquier imposición de restricciones para exportar productos agrícolas. Trabajamos en un mercado libre, abierto y con competencia", expresó el superintendente técnico de la entidad, Ricardo Cotta.
Agencias EFE y DPA

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