En una gira fluvial organizada por Fertilizar, se
recorrieron terminales portuarias ubicadas en la rivera del río Paraná en San
Lorenzo, Santa Fe, donde se mostraron sus características y capacidad de
almacenamiento y transporte, entre otros datos productivos. La Ing. Agr. Graciela Cordone del INTA
Casilda realizó el cálculo de la cantidad de nutrientes extraídos con los
granos que son "exportados" a través de los buques y los kilos de nutrientes no
repuestos en nuestros suelos, que, silenciosamente contribuyen a sostener esta producción.

En referencia a estos datos, la Ing. Cordone comentó
que en un barco cargado con 40.000 toneladas de soja, "se exportan"
3.576 toneladas de macronutrientes; en uno cargado con trigo, 1176 toneladas y
en uno cargado con maíz, 966 toneladas, destacando que es la soja la que mayor
cantidad de nutrientes se lleva. Y específicamente realizó una equivalencia de
los nutrientes que se "van" con un barco de 40.000 toneladas de
poroto de soja, transformándolos en fertilizantes consumidos, demostrando que
3.576 toneladas de nutrientes extraídos (nitrógeno, fósforo, azufre, potasio y
magnesio) equivalen a 8.735 toneladas de fertilizantes (urea, superfosfato simple,
cloruro de potasio y sulfato de magnesio). "Para compensar la cantidad de nutrientes que se extraen en un buque
cargado de soja, se deberían devolver al campo unos 300 camiones cargados de
fertilizantes", señaló la Ingeniera.
En la misma línea Fertilizar destacó que la reposición de nutrientes es, desde hace décadas, insuficiente, lo que
genera un enorme desbalance en el agro-ecosistema, tornando
las producciones menos sustentables y demuestra a su vez que el suelo sigue
subsidiando la producción agrícola nacional. En la campaña 2010-2011, el
porcentaje de reposición fue del 27 % (considerando nitrógeno, fósforo, potasio
y azufre) con un consumo de 3,4 millones de toneladas de fertilizantes para esa
misma campaña. Así, considerando los cálculos realizados por la Ing. Cordone del
INTA, de los 300 camiones de fertilizante que se fueron en cada buque de soja,
173 camiones fueron aportados por el suelo.

“Si tenemos en
cuenta que este déficit se acumula año tras año, podremos entender el
empobrecimiento de los suelos que estamos produciendo”, señaló María Fernanda González
Sanjuan, Gerente Ejecutivo de esta entidad. ”La respuesta a la fertilización es cada vez mayor y se refleja en los
rendimientos tanto en el corto plazo como en el efecto acumulado de varios años
de fertilización responsable. Esta es una clara evidencia de la posibilidad de
modificar esta situación para poder preservar el recurso suelo, el principal
patrimonio del productor”. En este sentido, Pablo Pussetto,
Presidente de Fertilizar, señaló que "hoy
el uso deficiente de fertilizantes genera un deterioro de los suelos, que se
traduce en una paulatina descapitalización del dueño de la tierra y una
importante pérdida de producción a nivel país".
Para la campaña que estamos cerrando, es decir
2011-12, el consumo de fertilizantes fue de 3,72 millones de toneladas, un 9%
mayor al año anterior. "Todavía
estamos analizando cómo fue la reposición, ya que, en los años de bajos
rendimientos -en este caso por la sequía-, disminuye la extracción de nutrientes
por parte de los cultivos y lógicamente los porcentajes de reposición aumentan.
Pero no es deseable que la reposición aumente por los bajos rendimientos. Ojalá
en poco tiempo podamos atribuir los aumentos de reposición a la mejora en la
aplicación de los paquetes tecnológicos disponibles", agregó Fernanda González
Sanjuan.
Los cultivos con mejores balances de nutrientes son el trigo y el maíz. En la campaña 2010-11, de los 3,4 millones de toneladas de fertilizantes
consumidos en total, un millón se destinaron al cultivo de soja - con una
superficie sembrada de 18,6 millones de hectáreas-; 750 mil toneladas a trigo -
con 4,4 millones de hectáreas y otras 830 mil toneladas al maíz-con una
superficie de 4,3 millones, cifras que demuestran que el paquete tecnológico es
más importante en trigo y maíz que en soja, reflejando la forma en que el
productor adoptó la tecnología en cada cultivo.
"En soja, sólo
el 65 % del área se fertiliza, y se hace con dosis sub óptimas, en cambio en
trigo y maíz más del 95% de los del área se fertiliza y se hace con dosis más
cercanas a lo que el cultivo extrae. La asignatura pendiente es la
fertilización de soja con dosis de reposición tanto en fósforo como en azufre. La
fertilización fosfatada es clave, y los estudios realizados por Fertilizar en
las últimas dos campañas demuestran un incremento de la productividad superior
al 20 % en muchísimas zonas. Además, esta práctica permite conservar el valor
productivo de la tierra en el tiempo", agregó Pablo Pussetto. El
principal factor que influye en este esquema es que el 50 % de
la actividad agrícola se realiza en campos arrendados, con contratos de corto
plazo, en los cuales no se prevén cláusulas como la fertilización de los
suelos. "Es el dueño del campo quien
debe exigir el compromiso de aplicar la mejor tecnología y realizar un esquema
de rotación para alcanzar una práctica más sustentable y conservar su
patrimonio".
La gira organizada por Fertilizar culminó con la visita a una Terminal
portuaria y planta de producción, ubicada en la localidad de Puerto San Martín.
Allí, Mariano
Scaricabarozzi, miembro del Comité Ejecutivo de Fertilizar,
describió las características del complejo y mencionó, entre otros temas, que
la capacidad instalada de las terminales portuarias de fertilizantes en
Argentina, duplica el mercado
actual de estos productos. "En este
aspecto la industria está preparada para afrontar la demanda que significaría
reponer a nuestros suelos la cantidad total de nutrientes que hoy en día se
exportan a través de los diferentes cultivos, con el fin de lograr una
producción sustentable".
Fuente: Fertilizar
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