ALERTA DEL INTA PERGAMINO
El sistema de alerta de plagas del INTA Pergamino advirtió esta semana que se continua detectando la presencia de isoca bolillera en los lotes de soja. Esta campaña se han registrado daños significativos a nivel cotiledonal. Por eso, es importante ajustar el control para evitar que se produzca un alto impacto de la plaga sobre inflorescencias y vainas, en los habituales picos de la segunda quincena de diciembre.
En la región pampeana este lepidóptero puede presentar entre 3 y 5 generaciones anuales. La primera en arveja, vicia y alfalfa, y las siguientes sobre todo se concentran en la soja. Las características para identificar a las bolilleras en estado larval son los segmentos abdominales bien marcados, y también se encuentran pequeñas verrugas con pelos cortos, no densos, pero gruesos y bien visibles.
El Ing. Agr. Nicolás Iannone (INTA Pergamino) explica que en los estados tempranos de la implantación es posible observar daños a partir de la primera hoja unifoliolada. "Suelen ser leves porque las larvas recién nacidas no tienen la capacidad de mayor ingesta", señala Iannone. Pero este año se produjeron pérdidas importantes a nivel cotiledonal debido a la presencia de isocas en soja "guacha", en los momentos previos a la emergencia del lote. Esta fue la causa de que las larvas de las bolilleras ya estuvieran grandes, y más dañinas que lo normal, cuando el cultivo comenzó a crecer.
Avanzado el estado vegetativo del cultivo, las isocas suelen actuar como defoliadoras. Sin embargo, este tipo de daño no es su característica principal. No hay que olvidar que la capacidad de ingesta como defoliadora es cercano a 350 cm2 de hoja de soja durante su período larval.
En cambio, cuando el cultivo llega a su estado reproductivo produce daños muy importantes en inflorescencias, con gran potencial de destrucción. Posteriormente, cuando las vainas son chicas y tiernas se alimentan totalmente de ellas (estado fenológico R3 y R4). Y al momento de formación de granos (R5), los consumen directamente mediante perforaciones en las vainas en los lugares donde se encuentran los porotos.
La notable preferencia por el grano demuestra que es una plaga ávida de proteínas e hidratos de carbono, característica destacable, además, de su gran voracidad y mayor tolerancia a los plaguicidas.
En la estrategia de control de esta plaga, Iannone recuerda que siempre hay que tomar en cuenta la posibilidad de que se presenten generaciones superpuestas durante el ciclo del cultivo. "Por eso es conveniente usar insecticidas que tengan bajo o mínimo impacto sobre la fauna benéfica", recomienda permanentemente el experto del INTA Pergamino.
Esta es una herramienta gratuita que es necesario preservar para no dejar "liberado" -y desprotegido- el agroecosistema sojero.
Esto fue lo que pasó la campaña pasada, en la que se registró una explosión de generaciones continuas y superpuestas de bolilleras, que se agravó por la falta de enemigos naturales. "Si dejamos desarrollar los organismos benéficos éstos siempre ayudarán, al evitar algunos ataques o al retrasar y debilitar su impacto", concluyó Iannone.
Fuente: Clarín Rural (28/11/09)
El sistema de alerta de plagas del INTA Pergamino advirtió esta semana que se continua detectando la presencia de isoca bolillera en los lotes de soja. Esta campaña se han registrado daños significativos a nivel cotiledonal. Por eso, es importante ajustar el control para evitar que se produzca un alto impacto de la plaga sobre inflorescencias y vainas, en los habituales picos de la segunda quincena de diciembre.
En la región pampeana este lepidóptero puede presentar entre 3 y 5 generaciones anuales. La primera en arveja, vicia y alfalfa, y las siguientes sobre todo se concentran en la soja. Las características para identificar a las bolilleras en estado larval son los segmentos abdominales bien marcados, y también se encuentran pequeñas verrugas con pelos cortos, no densos, pero gruesos y bien visibles.
El Ing. Agr. Nicolás Iannone (INTA Pergamino) explica que en los estados tempranos de la implantación es posible observar daños a partir de la primera hoja unifoliolada. "Suelen ser leves porque las larvas recién nacidas no tienen la capacidad de mayor ingesta", señala Iannone. Pero este año se produjeron pérdidas importantes a nivel cotiledonal debido a la presencia de isocas en soja "guacha", en los momentos previos a la emergencia del lote. Esta fue la causa de que las larvas de las bolilleras ya estuvieran grandes, y más dañinas que lo normal, cuando el cultivo comenzó a crecer.
Avanzado el estado vegetativo del cultivo, las isocas suelen actuar como defoliadoras. Sin embargo, este tipo de daño no es su característica principal. No hay que olvidar que la capacidad de ingesta como defoliadora es cercano a 350 cm2 de hoja de soja durante su período larval.
En cambio, cuando el cultivo llega a su estado reproductivo produce daños muy importantes en inflorescencias, con gran potencial de destrucción. Posteriormente, cuando las vainas son chicas y tiernas se alimentan totalmente de ellas (estado fenológico R3 y R4). Y al momento de formación de granos (R5), los consumen directamente mediante perforaciones en las vainas en los lugares donde se encuentran los porotos.
La notable preferencia por el grano demuestra que es una plaga ávida de proteínas e hidratos de carbono, característica destacable, además, de su gran voracidad y mayor tolerancia a los plaguicidas.
En la estrategia de control de esta plaga, Iannone recuerda que siempre hay que tomar en cuenta la posibilidad de que se presenten generaciones superpuestas durante el ciclo del cultivo. "Por eso es conveniente usar insecticidas que tengan bajo o mínimo impacto sobre la fauna benéfica", recomienda permanentemente el experto del INTA Pergamino.
Esta es una herramienta gratuita que es necesario preservar para no dejar "liberado" -y desprotegido- el agroecosistema sojero.
Esto fue lo que pasó la campaña pasada, en la que se registró una explosión de generaciones continuas y superpuestas de bolilleras, que se agravó por la falta de enemigos naturales. "Si dejamos desarrollar los organismos benéficos éstos siempre ayudarán, al evitar algunos ataques o al retrasar y debilitar su impacto", concluyó Iannone.
Fuente: Clarín Rural (28/11/09)
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